19 de marzo de 2015

“El carisma e historia del Regnum Christi”, el quinto subsidio nos invita a contemplar este don de Dios en nuestras vidas

Hemos recorrido un fecundo camino de formación en el que los miembros del Regnum Christi hemos descubierto aspectos de la vida eclesial que nos han enriquecido y que nos han hecho ver cómo actúa Dios en la Iglesia: la identidad de los laicos, su apostolado específico, la presencia de otras asociaciones... Ha sido una preparación necesaria para la revisión propiamente dicha de los estatutos de los seglares del Regnum Christi, que comenzará a partir del mes de mayo. Como colofón de esta fase 1 para el estudio, nos centramos en dos aspectos: el carisma que Dios nos ha regalado y que debe ser custodiado y promovido por los estatutos; y la necesidad de hacer un repaso, aunque sea general, a nuestra historia y nuestro origen. De todo ello trata el quinto subsidio al que puedes acceder pinchando aquí.


Los carismas son gracias del Espíritu Santo que tienen una utilidad eclesial y que “están ordenados a la edificación de la Iglesia, al bien de los hombres y a las necesidades del mundo”, explica el Catecismo de la Iglesia Católica. No se reciben por méritos personales, sino por gracia de Dios. De hecho todos las personas recibimos carismas, pero hay algunos que son “concedidos a hombres y mujeres destinados a fundar obras eclesiales y que continúan en el tiempo suscitando afinidad espiritual y la amistad en Cristo entre las personas que lo participan”. Estos son carismas colectivos, pues pasan a caracterizar a toda una familia espiritual, como es el caso de los movimientos. Son carismas que el Papa y los obispos tienen la facultad de discernir si son auténticos o no, es decir, “si realmente provienen de Dios”. Una vez confirmada por la Iglesia su veracidad, lo que se pide es que los miembros de esas familias espirituales sean fieles al carisma fundacional.

La cuestión del fundador

El subsidio lógicamente aborda el tema del P. Maciel. Y se pregunta cómo Dios pudo a través de un fundador con comportamientos inmorales objetivamente muy graves habernos transmitido este carisma. “La respuesta debe afrontarse desde la constatación del hecho de que la autoridad de la Iglesia nos ha confirmado en que la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum Christi son portadores de un carisma auténtico”. Algo que se ha visto permanentemente confirmado por cartas, comunicados, etc. que la Santa Sede y el propio Papa Benedicto XVI han manifestado públicamente. Hay que tener claro, en cualquier caso, que “el fundador no es la fuente ni el dueño del carisma de la obra”. El P. Maciel es el fundador, pero no podemos ponerlo como maestro espiritual para el Regnum Christi.

La vida espiritual
A partir de este punto el subsidio nos introduce en aspectos medulares en la vida del Regnum Christi, como la experiencia espiritual que nos ayuda a hacer. Se presentan temas como el estilo de adhesión a Cristo que tradicionalmente hemos designado con la palabra “militante”, “queriendo indicar que vivimos nuestra vida cristiana buscando corresponder al amor de Cristo con un esfuerzo sincero, comprometido, generoso, agradecido y alegre por dar lo mejor de nosotros mismos en la realización de la misión a la que Él nos llama con tanto amor”.

Se recuerda igualmente cómo se ha sintetizado nuestro carisma con la expresión paulina “Caritas Christi urget nos” (2 Cor 5, 14). Y se pregunta y responde acerca de cuál es la experiencia espiritual que compartimos y que nos mueve a responder al amor de Cristo de forma militante.

Aspectos del carisma del Regnum Christi
Para concluir este apartado, se exponen, sin el ánimo de ser exhaustivos, algunos elementos que caracterizan nuestro carisma. Por ejemplo la naturaleza de comunidad eclesial, las diferentes categorías de miembros: laicos consagrados, sacerdotes, casados…

También es un elemento a tener en cuenta la finalidad del Regnum Christi, la vida y actividades que se desarrollan en las secciones… El subsidio, retomando al Papa Francisco, nos plantea incluso la pregunta de cuál es la ‘periferia’ en la que los miembros del Movimiento deben testimoniar a Cristo

La historia del Regnum Christi
Es el último aspecto que nos propone el documento. En él se expone cómo fue clarificándose la idea fundacional. Inicialmente, con la creación de una congregación sacerdotal; después, con la implicación de los seglares en la tarea misionera de la Iglesia, llegando en la actualidad a entender como Movimiento Regnum Christi a toda la familia espiritual, que comprende a los legionarios de Cristo, las consagradas del Regnum Christi, los laicos consagrados del Regnum Christi y los miembros laicos y clérigos del primero y segundo grado.

En este apartado se aborda también lo que explicaban las primeras constituciones de la congregación en 1948, la intuición de crear una “segunda legión” compuesta por seglares, la llegada del P. Alfredo Torres a Madrid en 1965, etc.

Sin duda estamos ante uno de los subsidios que más pueden ayudar a descubrirnos, a ponernos ante el espejo y ver el don que Dios nos ha dado y cómo ha ido interviniendo en nuestra vida para valorar y profundizar en este regalo.

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