30 de mayo de 2013

El Regnum Christi impulsa un periodo de conversión para que su renovación sea profunda

A las puertas de que finalice el proceso de renovación de la Legión de Cristo y el Regnum Christi, los responsables generales han querido impulsar un tiempo que ayude a concluir en profundidad esta etapa de la historia: “No queremos que los acontecimientos que vamos a vivir sean sólo encuentros para estudiar y aprobar el texto de las Constituciones y los Estatutos o que se limiten a hacer una revisión superficial de nuestra vida”, afirman en la carta enviada a todos los miembros,  “y sentimos que es necesaria una adecuada preparación espiritual, un itinerario personal y comunitario para renovar el amor”, y para "convertir" las mentes y los corazones. 

Para ello, en la carta firmada por el P. Sylvester Heereman, director general en funciones, Gloria Rodríguez y Jorge López, responsables generales de las consagradas y consagrados respectivamente, nos invitan a comenzar este tiempo con la celebración de la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús unidos en una novena. (Continuar leyendo).  


Será a comienzos de 2014 cuando tendrán lugar el Capítulo General de los legionarios de Cristo, las Asambleas Generales de los consagrados y consagradas en el Regnum Christi y la Asamblea General del Regnum Christi en su conjunto. En estos encuentros se dará redacción final a las nuevas constituciones y estatutos, y con ellos concluirá el proceso de renovación y purificación que pidió el Papa Benedicto XVI en el año 2010, y que ha sido guiado por el Delegado Pontificio, el Cardenal Velasio De Paolis.

"Con estos grandes acontecimientos concluiremos el camino que nos señaló la Iglesia como expresión de su cariño y cuidado maternal por esta obra de Dios", afirman los responsables generales en la carta. Pero mientras, precisan, a los miembros del movimiento les toca "llevar las llagas de un pasado doloroso como institución" y, ante todo, "el sentimiento de una paternidad herida y el dolor por los errores humanos que se han dado" y que les han hecho "sufrir". Estas "heridas", afirman, las llevarán "siempre" en sus corazones como "las llagas de la Pasión".

En la carta señalan que en cada persona, el proceso "de curación" ha sido y es diferente, pues mientras para muchos esta situación ha desembocado en un nuevo encuentro con Dios, otros han experimentado "nuevos pesares" perdiéndose así "frescura" en su vocación, causándose "heridas unos a otros" y decayendo la estima y la confianza mutua. A esto se suma, según añaden, el dolor por quienes "por sentirse defraudados o bien como resultado de un camino personal, han optado por dejar la vida consagrada".

En este contexto de la historia, expresan su anhelo de seguir teniendo presente el camino de conversión personal y comunitaria para una profunda renovación en el amor: “Sería triste que pretendiéramos  medir los frutos del Capítulo y de las Asambleas por la profundidad y belleza de los documentos que ahí se promulguen”, afirman. “El verdadero fruto será más bien la transformación de nuestras mentes y nuestros corazones a la alegría y la entrega en el camino de santidad que Dios nos propone”, aseguran.

Para ello, han propuesto un tiempo de conversión que se iniciará con la festividad del Sagrado Corazón: “La renovación en santidad de la Legión y el Regnum Christi dependen de nuestra capacidad de hacer la verdad sobre nuestras vidas y acoger con sencillez la gracia de la conversión”, afirman, y nos invitan a todos los miembros a que, desde el punto en el que cada uno se encuentre “se abra a la gracia de una verdadera renovación en el amor a Dios, al prójimo y a la propia vocación en el Regnum Christi”, se disponga “al encuentro de quienes se sienten heridos”, o cultive “el deseo de aprender a perdonar y la humildad de pedir perdón para no vivir presos del rencor”.

En el ámbito de las comunidades de legionarios, consagrados y miembros seglares, expresan su deseo de que se renueve y fortalezca la “unión de corazones” en lo esencial para vivir e imitar la vida de las primeras comunidades cristianas, y expresan su deseo de “reconciliarnos allí donde haga falta y aprender a escucharnos, comprendernos, aceptarnos y exigirnos santamente” o de “comprometernos unos con otros para ser verdaderamente hermanos en la vocación común y en la misión que compartimos”.

Los propios responsables generales asumen en la carta varios aspectos a los que se comprometen por su parte para “llevar adelante el camino de renovación que nos ha marcado la Iglesia”, y que son: llegar al Capítulo y a las Asambleas “habiendo alcanzado una mayor claridad sobre el don que Dios hace a la Iglesia a través del Regnum Christi, habiendo madurado las reglas y las estructuras que más nos ayuden a custodiar el carisma, y habiendo puesto las bases para superar lo que ha de purificarse en nuestra mentalidad y costumbres”. Por otro lado, renuevan si determinación de “seguir saliendo al encuentro de todos aquellos que han sufrido más” y su “compromiso personal e institucional de poner nuestros talentos al servicio de la Iglesia con humildad, gratitud y entusiasmo”.



Carta íntegra
Lo mejor es acudir a la fuente primera y leer la carta íntegra, que se puede descargar aquí:

Oración al Sagrado Corazón

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